domingo, 3 de febrero de 2008

El viaje relámpago a Polonia

Aunque poco perfilaba en mis planes estar en Polonia antes del mes de abril. La burocracia polaca - que no es distinta a la mexicana - me hicieron ir al país de mi mujer por unos días. Yo proyectaba no estar más de tres y terminaron siendo ocho.

Lo divertido de esta aventura, para mi, fue el hecho de enfrentarme a la dificultad moverme en un país donde el inglés, que todos sabemos que es el idioma universal, poco se puede escuchar en en Polonia.

Para empezar, el vuelo más próximo y barato (costó €30.00) salía de Girona, ciudad que se encuentra a una hora de Barcelona y que cuenta con un aeropuerto pequeño que auxilia al de Barcelona. Algo así como el de Toluca para la capital mexicana. El horario del vuelo implicó salir a las tres de la mañana de mi cuarto en Jocs Florals para tomar el nit bus(1) (que nunca pasó) y llegar a la Estació Nord(2), en la que se toma el autobús que traslada a la gente a aeropuerto de la ciudad vecina. Tras documentar y sobrellevar un retraso de 40 minutos en el vuelo de Ryanair a la ciudad de Poznan, ya con bocadillo en el estómago, abordé el avión que tras una hora y cuarenta y cinco minutos aterrizaría para estar ubicados en el oeste de Polonia.

El único inconveniente de las aerolíneas de bajo costo, como la citada en el párrafo anterior, es que no cuentan con vuelos "a todos los destinos, desde todas las ciudades de origen", un ejemplo claro es que yo necesitaba partir de Barcelona y llegar a Lodz, sin embargo, por las combinaciones de rutas que existen, ni podía partir ni llegar a donde quería, a diferencia de mi chica, que puede ir de Lodz a Liverpool y de regreso cuantas veces quiera y por un precio menor a €50.00.

Una vez quitándome las lagañas y tomando mi equipaje documentado, empezó el reto: ¿cómo carajos llegar de Poznan a Pabianice? (mi destino final... en más de un sentido).

Esta vez, mis queridos amigos, era Paco Flores, la encarnación de Víctor Navorsky, pero en un aeropuerto mucho más pequeño pero eso si, con toda la dificultad del idioma.

1. Cambiar dinero en el Kantor(3), hay que recordar que aunque Polonia pertenece a la Unión Europea, no se han integrado a la Zona Euro, por lo que conservan su moneda, el Zloty(4).
2. Averiguar, a través del módulo de información, donde la comunicación fue en un polaco pobre de mi parte y rico en risas por parte de la chica que me atendió, que el boleto para el autobús que me llevaría a la terminal de trenes se compra en el kiosk(5) y que el traslado tomaría no más de 30 minutos.
3. Al posarme en el sitio donde habría de tomar el autobús, fui abordado por una joven pareja de españoles que, más intrépidos que yo, se habían aventurado a conocer Polonia sin un diccionario en mano y absoluto desconocimiento del idioma, confiados ciertamente, en que el inglés sería su pasaporte al país.
4. Tras explicarles que debían comprar los boletos y ver que les habían visto la cara de pendejos y les vendieron dos boletos a cada uno para un sólo viaje en autobús, esperamos juntos el transporte y decidieron que no se separarían de mi hasta que fuera imprescindible.
5. Al llegar a la Poznana Poczagow Stacji(6) había que comprar los boletos. En su caso, se dirigían a Wroclaw(7), una ciudad cercana a la que también llegan los vuelos de Ryanair, pero que por cuestiones de itinerario, no tenían salida en la fecha que partimos.
6. 21 zl costó mi normalne bilet(8) que me llevaría hasta la terminal de Lodz(9), donde de acuerdo a los planes con Paulina, ella me encontraría.
7. Debo comentar que mi teléfono celular español supone contar con una cobertura en todo el continente, cosa que depende el punto de vista que se quiera ver. Al llegar al aeropuerto, la señal recibida decía "Plus + asociado a Vodafone", una vez que salí del aeropuerto cambió por "IDEA" (misma empresa que dejó de existir ya unos años atrás al ser comprada por otra empresa llamada "ERA") y así, según el punto geográfico, cambiaba. Esto me limitó a sólo recibir mensajes, porque ni llamadas (envío y recepción) ni emisión de mensajes era posible.
8. Estación tras estación, revisaba el mapa para saber exactamente dónde me encontraba situado. Y pronto me percaté que el tren haría una parada en Pabianice, antes de llegar a Lodz Fabryczna(10), mi destino final. Mi pregunta en aquel momento fue, ¿por qué ir a Lodz y luego regresar?. Justo en ese momento recibí un SMS de mi chica que decía "llegaré un poco más tarde, sólo unos minutos, pero no te muevas de ahí". Sin más que un suspiro de resignación me acomodé nuevamente en mi asiento junto a la ventana y vi pasar el resto de la tarde y la puesta del sol sin perder detalle del mapa.
9. Una vez que llegué a Pabianice, ya un tanto adormilado después de 4 horas de tren y haber conocido algunos personajes en el camino(11) simplemente recargué la cabeza en la ventana para notar cómo el tren se detenía en la estación y de pronto... una silueta conocida se situaba cerca de mi y cruzaba la mirada conmigo: ¡Era Paulina!. Ella, al igual que yo, desconocía la existencia de la escala en su ciudad y había decidido ir a Lodz tomando el tren. La fabulosa coincidencia de que fuera a abordar el mismo vagón en el que yo me encontraba resultó en un abrazo digno de película en el peron(12) por lo que, sin más, nos dirigimos a su casa tomando un autobús.
10. La recepción en casa de mi familia política fue por demás cálida, emotiva y llena de atenciones. El volver a ver a mi futura suegra Pani Janina, suegro Pan Jan, cuñada Justyna y la abuela Pani Krystina, fue algo que me hizo sentir como en casa, lleno de gente amable con la que me sentía tremendametne seguro.
11. Ese sábado y domingo, fui hospedado en la casa de Pani Krystina para luego moverme a la casa de mis suegros.
12. El fin de semana fue inolvidable con mi niña y lamento no haber estado toda la semana anterior con ella. Es necesario decir que tuvo 10 días de vacaciones, sin embargo yo no me moví de España en ese tiempo por esperar la última entrevista de trabajo para la UOC, misma que no llegó para esas fechas. Por lo tanto, sólamente pude disfrutar de la compañía de la dueña de mi corazón por un par de días.
13. El domingo por la tarde empezó el verdadero reto, una vez que me despedí de Paulina, con un dolor y desánimo tremendo en el corazón, Pani Janina y yo tomamos un autobus de regreso a Pabianice desde el aeropuerto de Lodz. Ahora si, nada de inglés.
14. El lunes Pani Janina me acompañó a Lodz para tramitar la traducción de mi acta de nacimiento, ya que el traductor se confesó incapaz de leer la manuscrita del documento hecho en el '78. Después de dos horas de estar con el lingüista (que no grafólogo) volvimos a la ciudad y pasé el resto de la tarde viendo películas con mi cuñada. Fue simpático ahora escuchar todo en las versiones originales del inglés y ver subtítulos en polaco. Definitivamente fue un material didáctico de gran provecho.
15. Debido a que se necesitaba de un documento llamado "Petición de parte" que certifica que soy soltero y deseo casarme con Paulina Kiejda, tuve que trasladarme de Pabianice a Varsovia. Para ello tuve que tomar, un microbus de Pabianice a Lodz y después un tren de Lodz a Varsovia. Compré un boleto normal, nuevamente, pero sin darme cuenta, abordé el bagón de primera clase. Tras acomodarme en mi asiento con mesa y espacio para los pies y haber recorrido dos estaciones, se acercó a mi el checador de boletos quien me dijo que me encontraba en un bagón que no me correspondía. Confieso que en esta ocasión entendí casi en su totalidad lo que el hombre me decía, pero tal comodida de la primera clase era demasiado tentadora, por lo que recurrí al mejor argumento que se me ocurrió en el momento: "nie rozumiem, jestem meksykaninem, nie rozumiem, nie rozumiem!!!!"(19). La incompetencia del trabajador del PKP(13) y también su poca paciencia, terminaron en unas cuantas frases, que honestamente no entendí y que me permitieron permanecer en la primera clase sin pagar infracción (mi cuñada me comentó que dicha multa llega a los 200 zl).
Unas estaciones antes de llegar a Varsovia se repitió la escena, con la diferencia del que el tipo hasta una palmada en la espalda me dio en señal de compresión y compasión. Señores: así es como se viaja en primera clase con un boleto de segunda.
16. Ya en Warszawa Centralna(14), mi buen amigo Bartek me recibió y lo acompañé a la Facultad de Psicología de la Universidad de Varsovia para que recibiera un par de calificaciones de un trabajo de investigación. Lo interesante del asunto, es que el edificio que alberga hoy en día a esta unidad de estudios, es ni más ni menos que el que otrora funcionaría como cuartel general de la Gestapo durante la Gran Guerra. Se imaginarán el ambiente que se puede respirar en los pasillos y algunos cuartos. Ni toda la vida universitaria que ahí reina pueden apagar el pasado, lo aseguro.
17. Posteriormente fuimos a su departamento, que no es grande en realidad, pero es cómodo y de reciente construcción. Está ubicado justo en los límites de la ciudad. De hecho, desde la esquina del edificio se puede apreciar el inicio del bosque. Para llegar ahí tomamos la única línea de metro que existe en Varsovia y que tendrá no más de 20 estaciones y cabe mencionar que cuatro de ellas aún están en construcción.
18. Más tarde, salimos nuevamente para encontrarnos con Aleksandra, su novia. Viven juntos ya un tiempo atrás, y muy amablemente se ofrecieron a hospedarme el tiempo que fuese necesario.
Conocí parte de la ciudad. El campus principal de la Universidad, el auditorio de la Facultad de Ingeniería y Ciencias que es una excepción a la clásica arquitectura socialista (digo que es una excepción, porque fue construida precisamente por los rusos de la época de la dominación socialista) y algunas plazas que definitivamente se antojaban para estar con todos los lectores de esta bitácora bebiendo un café o un té.
19. Al día siguiente conocí el Palacio de la Cultura y la Ciencia, mismo que cuenta con algunas exposiciones pequeñas y otras que están en restauración, por lo que poco o nada se podía ver, pero que cuenta con un mirador en la parte superior y desde donde se puede apreciar toda la ciudad.
20. Por la tarde, Bartek me llevó a conocer "el barrio rudo" de Varsovia: Praga. Si bien el nombre nos conduce a la ciudad más bella de la República Checa, en este caso, se refiere a una zona de la ciudad que se encuentra cruzándo el Río Wisla(15) y donde se pueden observar, desde condominios nuevos, otros restaurados, otros absolutamente en el descuido, unos más abandonados, hasta construcciones que todavía tienen el orificio de las balas en sus paredes. En esta interesante zona de la ciudad se encuentra ahora una universidad especializada en psicología donde estudia Aleksandra y que al más puro estilo jesuita con la UIA, compró un terreno barato (en este caso con construcción) y con la renovación del lugar y la atracción de capital por medio de estudiantes ricos, está transformando la zona en un lugar con muchas fuentes de trabajo y por supuesto, con una plusvalía importante.
21. Esa noche me llevaron a cenar a un restaurante conocido por sus tarros de cerveza de un litro. Lo curioso del asunto es que sirven sólamente dos medidas de cerveza: una menor a 300 ml y la de porción grande por una diferencia de 1 zl, lo que nos orilló irremediablemente a beber los 1000 ml. Asimismo, pude degustar una sopa de la que ahora no recuerdo el nombre, que es hecha con champiñones, pero donde el recipiente es un pan hueco por dentro y que al final, como es de obviar, también se come y posteriormente probé por segunda ocasión un pierogi(16), que tenía un sabor tremendamente mexicano en la carne y venía acompañado de una salsa de tomate y bechamel.
22. Posteriormente regresamos a casa para recibir a unos amigos suyos que habían vivido un par de años en Estados Unidos. La cerveza y el vino rojo seco fluyeron hasta que nos despedimos y dormimos.
23. Tras una cruda del demonio causada por el vino (Ariel y yo sabemos bien de eso) asistí a la cita concertada en la Embajada de los Estados Unidos Mexicanos en Polonia donde la atención fue excelente por parte de María de Lourdes, encargada de asuntos consulares y Kasia, su asistente. El documento requerido por mi, fue solicitado a las 9:00 a.m. y entregado con su respectiva traducción al polaco a la 1 p.m. (con el respectivo pago de 62USD).
24. Durante el lapso de entrega, aproveché para conocer el barrio judío y si hubiera tenido más tiempo y dominio de la ciudad, me habría dirigido al Museo Nacional de Arte, el Museo del Ejército y el Museo del Poster; este último en especial, representa una atracción para mi, por ser considerados los polacos, como las autoridades mundiales del cartel, según varios diseñadores me han comentado.
Esto me hará regresar a Varsovia en poco tiempo y espero sea con mi ya esposa, Paulina.
25. Una vez que tuve el documento en mis manos me dirigí a la Warszawa Centralna nuevamente para tomar el tren que me devolviera a Lodz y posteriormente el microbus a Pabianice. Mis queridos amigos, un triunfo el ir y regresar de la capital polaca sin asistencia en el camino. Cabe decir también que esta vez pagué el boleto de primera clase por sospechar que quizá no correría con la misma suerte que la primera vez.
26. Al regresar me recibieron nuevamente con la calidez de siempre. Si bien sabían que me encontraba bien en Varsovia debido a la comunicación vía SMS entre Bartek y Justyna, nunca terminaron de sentirse tranquilos hasta que me vieron de vuelta. Esa noche, todos dormimos temprano.
27. En mi último día por Pabianice, fui acompañado por Pani Janina al Urzad Cywylne (17) y, lo digo con la más grande de las sinceridades y el orgullo bien puesto, firmé mi carta de compromiso sin que temblara la mano.
28. Debido a que el único vuelo de vuelta a Barcelona (vía Girona) salía nuevamente de Poznan a las 10:10 a.m. y debía documentar mi equipaje a las 7:40 a.m., mi cuñada y yo pasamos la noche casi en vela para poder salir de casa a la 1 a.m. Aquí es importante mencionar que el sacrificio tanto de Justyna como de Pani Janina por acompañarme a la estación de autobuses a esa hora es sobremanera significativo para mi. Tomaron esta decisión porque a la medianoche no resulta tan fácil moverse en la ciudad y mucho menos entre ciudades, sobretodo para alguien que no habla bien el idioma (y dista aún mucho de lograrlo) y que no conoce el manejo de los transportes.
Primer hubo que tomar un microbús nocturno a Lodz Fabryczna y posteriormente esperar dos horas a que saliera el autobús que me llevaría a Poznan. Todo este tiempo y hasta que abordé el vehículo, ambas mujeres estuvieron conmigo. De verdad, no saben cuán agradecido estoy con ambas.
29. Llegando nuevamente a Poznan, me encontré con la sorpresa de que el autobús no me dejó en la central de trenes donde había estado la primera vez y por lo tanto, ahora tenía que averiguar exactamente cómo llegar al aeropuerto. Tras entenderme con muchas dificultades con la encargada de la taquilla, tomé un tranvía que me llevó a la central de trenes ya conocida y de donde saldría finalmente el camión al aeropuerto.
30. Ya en Girona finalmente tomé el transporte que me llevaría a la Estació Nord y por fin, el metro hasta la estación Plaça de Sants(18).

Esta narración, sin duda es para agradecer a Paulina, por un fin de semana inolvidable, que lamentablemente no se pudo extender a una semana, como ambos hubiéramos deseado. A toda mi familia política por sus atenciones incontables y desmedidas. También a mis amigos Bartek y Aleksandra que no tuvieron mayor reserva en ofrecerme su casa, tiempo y sonrisas en todo momento.

1. Nit bus: como su nombre lo dice en catalán (y obvio deducir en español) el autobús nocturno
2. Estació Nord: la central de autobuses del norte de la ciudad
3. Kantor: lugar de cambio de monedas
4. Zloty: moneda polaca. Pronúnciese /zuo/te/
5. Kiosk: como cualquier tienda pequeña de las centrales de autobuses, donde algunas tienen a su cargo la venta de los boletos de autobuses.
6. Poznana Poczagow Stacji: si bien puedo estar equivocado en los términos usados por no recordarlos a la perfección, se refiere a la Estacion de Trenes de Poznan.
7. Wroclaw: Quinta ciudad más grande de Polonia, también al oeste. Como dato importante, en 2012 se realizará ahí el World Forum y es donde nos gustaría abrir el primer restaurante. Pronúnciese /vro/suaf/
8. Normalne bilet: boleto de segunda clase.
9. Lodz: Segunda ciudad más grande de Polonia, se encuentra en el punto medio entre Varsovia y Cracovia. Pronúnciese /wutch/
10. Lodz Fabryczna: una de las tres estaciones de autobuses en la ciudad de Lodz.
11. Los personajes: una polaca bastante idiota y "happy flower" de quien me volví la exótica atracción, su amigo que estudia derecho y habla alemán, una polaca residente en Barcelona y que habla un estupendo español peninsular y otra polaca que estudia español en Poznan. Como es de obviar, la "stupid flower" no habla otra cosa que no sea polaco.
12. Peron: andén, sea de autobuses, tren o metro. Pronúnciese /pé/ron/.
13. PKP: no recuerdo ahora las iniciales. Pero es el sistema ferroviario de Polonia
14. Warszawa Centralna: estación de trenes y autobuses ubicada en el centro de Varsovia junto a la estación de metro Centrum.
15. Río Wisla: en español es el Río Vístula. Pronúnciese /vi/sua/
16. Pierogi: una suerte empanada similar a las que comemos en Vigilia. Puede tener, claro es, varios ingredientes en su interior, en este caso se trataba de una carne deshebrada que en verdad sabía muuuuuy mexicano. Pronúnciese /pie/ro/gui/
17. Urzad Cywylne: Registro Civil
18. Plaça de Sants: Estación del metro, en español Plaza de los Santos.
19. Nie rozumiem, jestem meksykaninem": ¡No entiendo, soy mexicano!

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