miércoles, 16 de julio de 2008

sábado, 5 de julio de 2008

Mi 1ra. Semana de Trabajo

Para todos mis amigos que deseen saber qué es lo que está pasando en Inglaterra.

Desde la semana anterior he estado impaciente por contarles cómo va todo por aquí, pero es verdad que no es fácil instalarte en un país y menos si después de pocas semanas hay que moverse a otra ciudad.

Pese a mi retraso de dar reporte de los cambios, aquí me encuentro nuevamente para platicarles de mi trabajo. Si bien hay cosas que por cuestiones de privacía debo omitir, es posible contar muchas de las agradables cosas que aquí pasan.

Empiezo diciéndoles que estoy sentado en la sala con vista al jardín de la casa en la que tengo asignado mi alojamiento. Este es uno de los beneficios que da la empresa en la que ahora trabajo, mismo que es gratuito por 17 semanas, margen de tiempo que se estima tardaría en encontrar un lugar para mi, en caso de buscarlo, de lo contrario, a partir de la semana 18 se descontaría una mínima cantidad de mi sueldo por concepto de alquiler. Aún así, sería una cuota tremendamente barata considerando que cubre tanto la renta, el impuesto del condado y todas las cuentas de los servicios domésticos. De éstos últimos estoy refiriéndome a: gas, electricidad, agua y la limpieza que se hace cada miércoles.

La casa es nueva, cuenta con tres habitaciones: una ocupada por Krystian, un chico austriaco, muy serio pero de agradable plática cuando se deja, fumador empedernido y buen bebedor de cerveza; el segundo cuarto lo habita Pete, un británico que trabaja en la misma empresa pero como contratista y básicamente es el responsable que las casas que la empresa renta para los empleados se encuentren en óptimas condiciones. Entenderán que es una ventaja obvia que el viva aquí. La tercera recámara es la del que aquí suscribe y de quién conocen el perfil.

Contamos con 1 1/2 baños, sala con TV, sala-terraza (en la que me encuentro ahora disfrutando de una Bech's), cocina equipada y comedor, un jardín grande que deleita la vista y todo nuevo.

Definitivamente no me puedo quejar de esto, salvo que no lo puedo disfrutar con mi esposa por políticas de la empresa, que indican que el alojamiento es única y excluvisamente para el empleado con derecho a tener visitas de corta estancia cuando hay relación conyugal.

No sobra comentar que en Inglaterra sólamente es posible encontrar tres tipos de construcciones, independientemente de que sean departamentos, casas o estudios: lo muy nuevo, lo viejo restaurado y lo muy viejo. De todo, lo menos recomendable es lo último. En todo el Reino Unido se está haciendo un trabajo muy fuerte de renovación de la casa habitación, por lo que de cuatro años a la fecha, es posible encontrar casas nuevas muy cómodas con una renta no exagerada.

En cuanto al trabajo, que es lo que indica el título de esta aportación, les confieso que me encuentro en un lugar muy agradable. El promedio de edad de los trabajadores es de 30 años, por lo que estoy como pez en el agua. La diversidad cultural es tremendamente rica, se puede escuchar en el mismo pasillo a un italiano elocuente, un sueco serio, un alemán imponente, un hispano jovial o un británico totalmente institucional. Y aún dentro de los equipos de trabajo, unos más amplios que otros y divididos por lenguas, hay una variedad que fascina a cualquiera. Simplemente en el equipo de español se puede contar a dos argentinos, una francesa, un británico, cuatro españoles y su servidor. En el rumano hay una armenia que, por cierto, se casó con un polaco; en el alemán hay un coreano que habla mucho mejor que cualquier teutón y por supuesto, mi compañero de casa venido de Austria.

La torre de Babel se quedó pendeja, lo aseguro.

El trabajo como tal no es complicado, no es otra cosa que asistencia al los clientes de nuestro idioma que tienen dudas en cualquiera de los asuntos relacionados con los servicios de la empresa. En orden de procedencia de solicitudes atendemos: españoles, argentinos, peruanos, mexicanos y del resto de sudamérica. Es un trabajo relajado, con sus horas pico pero siempre agradable.

He tenido algunos días en lo que yo denomino "la casa de la acción" donde debo observar y realizar algunas tareas para aprender procedimientos, esto asistido por alguno de mis compañeros de equipo y otros días en "la casa de entrenamiento" donde de manera un tanto escolarizada, recibo la capacitación pertinente en todos los rubros que mi puesto requiere.

Hoy parece que hay fiesta en casa de los italianos. Sólo los argentinos, los portugueses y su servidor estamos invitados, pero el clima no está siendo clemente y supongo que será suspendido todo. Ya veremos, como sea, es muy agradable saber que apenas a unas tres casas de distancia se encuentran los "bambinos" y en todo caso, podremos vernos para pasar el rato.

El super no nos queda tan cerca, hay que caminar unos 10 minutos. Eso da hueva cuando hay que hacer el mandado, así que generalmente nos ponemos de acuerdo para ir todos juntos y de esa manera hacer menos pesado el camino. Algunos ya están inscritos en el gimnasio, debido a que tantas horas sentados no nos beneficia mucho. Yo lo haré en cuanto esté totalmente instalado con mi esposa en nuestra casa.

La búsqueda de un lugar para nosotros no ha sido tan lenta como pensábamos, pero siendo sinceros, nos ha parecido una eternidad. Esto debido a que debemos estar separados durante la semana por no poder ella estar conmigo aquí. Hasta ahora, ella sigue trabajando en Birkenhead, lo que le facilita seguir disfrutando del acomodo que da la empresa en la que ella trabaja y que yo puedo usar los fines de semana cuando estoy libre.

Ya aplicamos para una casa muy bonita, vieja pero restaurada con estilo minimalista, en Longton, una de las tantas poblaciones que componen Stoke on Trent. A 25 minutos en camión de mi trabajo. De todo estar bien, la ocuparemos en 10 días más y empezaremos finalmente nuestra vida juntos, sin compartir espacios con terceros y sobretodo, siendo dueños de todos los rincones. Como le he dicho a Andrés por messenger, ahora lo digo a todos: en cuanto tengamos pleno uso de la casa habitación, siéntanse bienvenidos el tiempo que ustedes deseen. La casa cuenta con dos recámaras y una sala-recepción amplia, así que todos cabemos.

Mis queridos amigos, las distancias para un encuentro físico con ustedes no varían aún con las tecnologías y se perfectamente que las visitas serán esporádicas, de México al Reino Unido y viceversa, pero nunca olviden que ya desde ahora, ustedes tienen una casa aquí, para descansar, para conocer, para divertirse y para pasar el tiempo que se permitan.

Con mucho cariño, el Kako